viernes, 14 de mayo de 2010

Como agua para chocolate


Como agua para chocolate, de Laura Esquivel, es uno de esos libros.

Si.

Es delicioso, es romántico, es mágico, es tierno y sensual, es corto pero envolvente, es un libro al que siempre podrás regresar. Muestra de la mejor manera una de las mas grandes cualidades de nuestra cultura.

Desde un inicio, los aromas que surgen de una de las mejores cocinas sale del libro y te lleva a otro lugar. Doce diferentes recetas, acompañan a Tita en el camino su vida.

Nos cuenta la historia de un amor, un amor de esos que son verdaderos, Tita y Pedro se quieren, pero Tita es al hija menor de una mujer orgullosa apegada a las costumbre, a todas, incluida aquella que dice que su hija menor deberá permanecer soltera y cuidar de ella hasta que muera.

Una narrativa sencilla, con palabras bien mexicanas, te hace sentir como en casa desde el primer hervor, y si no eres mexicano te da la bienvenida a un viaje de sabor. Y así, una vez en casa, te cuenta la historia, así, como una de las buenas, sin rodeos, sin juegos. Mama Elena se convierte en un muy buen villano, y Tita en un perfecta heroína, Pedro... Pedro solo es Pedro... quizá no el príncipe encantado pero esta bien.

Nunca me intereso el libro, a pesar de que escuche mucho de el, pero la verdad es que nunca me intereso, tal vez por el prejuicio de que había cierta película mexicana con el mismo nombre, si, basada en esta historia, para mi era un libro de aquella película que de niña no se me permitio ver, y que la verdad no me intereso. Pero ahora, puedo decirles que, Como agua para chocolate es ahora uno de mis libros, uno de esos libros a los que siempre voy a regresar, para releer, para reentender, para recordar por que amo los libros, y para sentirme orgullosa de que esas cosas de las que habla, son de mi país.

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